Donde estan los capitanes?

08/12/2012 16:46

Dijo,  pues,  Jonatán a su paje de armas: Ven,  pasemos a la guarnición de estos incircuncisos;  quizá haga algo Jehová por nosotros,  pues no es difícil para Jehová salvar con muchos o con pocos.

I Sam 14.6

 

Vivimos en una época rara y triste. En los días actuales vemos que toda la sociedad está siendo llevada a poner su interés en resultados, números, cantidades y beneficios. Las estrategias de marketing que hoy dominan el mercado empresarial llevan todos a buscar ventajas, las personas no desean más saber de altruismo, dedicación, devoción u honor. Tales conceptos son comprehendidos como algo sin espacio en nuestro “admirable mundo nuevo”, algo obsoleto delante del progreso de nuestra sociedad.

 

Los líderes de la sociedad hasta se utilizan de un discurso que haz referencia a servir a los necesitados o cuidar de dos pobres pero en realidad lo que se busca siempre es el propio beneficio. Y cual la consecuencia de eso? Tenemos cada vez más personas que creen en los correctos principios morales y que cada vez más apenas quieren buscar su propio confort, mismo que sea por el precio de sus principios o que sea pisando los derechos de sus iguales. Un tiempo donde el que tiene fuerza y poder se aprovecha del más débil.

Pero aun que esto ocurra el hombre del pueblo en el fondo de su alma desea una respuesta mejor que esta tola vanidad y este apetito por resultados. Desea algo que es eterno y no pasajero. Desea de todo su corazón algo que no conoce.

Y porque no conoce?

Infelizmente adentro mismo de la iglesia cristiana vemos que esa mentalidad perniciosa penetro. Muchos de los que podrían hacer algo están perdiendo su tiempo en una loca pelea por destaque, poder, puestos, poder y influencia. Se preocupan por tolas e inútiles interminables discusiones teológicas que nada añade a los que están deseosos de respuestas. Muchos de esos “lideres” están preocupados con números o en comparar sus “victorias” con sus pares, como si el avance de la iglesia pudiera ser medido por planillas o reportes llenos de números.

El pueblo vaga como ciego por la vida sin saber adónde ir y cualquier mentiroso que se viste de líder religioso o que se presente como líder espiritual granjea seguidores, multitudes de personas que quieren una respuesta, un camino a seguir, una solución. Lo que tenemos hoy, en muchos casos, no son líderes son personas tan perdidas como los demás o en peor caso apenas hombres y mujeres que se aprovechan de la enfermedad que asola la sociedad y venden falsos remedios que apenas engaña y haz con que las personas se hundan más aun en la confusión y consecuente desesperación.

Faltan capitanes. Veo en internet personas queriendo probar que la Palabra de SEÑOR debe moldearse a sus gustos (o serian pecados), veo en las iglesias hombres y mujeres luchando por poder como si quisieran adueñarse de la Novia del Señor JESUS, otros pierden un tiempo increíble debatiendo doctrinas que no son fundamentales y al nuestro derredor sectas y falsas religiones se multiplican y arrastran millones a la condenación. No veo personas peleando para trabajar donde es necesario pero veo algunos pastores peleando por tener sueldos inmorales de tan altos. Capitanes son oficiales que no están tan lejos de los soldados que no los escuchan, son oficiales que comparten con los soldados la pelea, que luchan en las trincheras, no son oficiales que se quedan en sus oficinas apenas dando orden para que los otros peleen y mueran y después celebran victorias o apenas ignoran derrotas. Capitanes sangran junto con sus soldados, conocen sus nombres, comparten con ellos el destino de aquel que enfrenta el enemigo mirando en sus ojos. No tienen sus uniformes limpios, pues están cubiertos del polvo del campo de batalla y de sangre (suyo o de sus soldados). Capitanes son líderes que están en la pelea.

En una generación que parece haber se olvidado el significado de la palabra honor, es tiempo de que tengamos capitanes más dispuestos a vivir y morir con honor que en tener “resultados positivos”. El líder que vive con honor no está preocupado en que los hombres reconozcan sus acciones o que le digan que es victorioso, esta apenas atento a escuchar las ordenes de DIOS y cumplirlas, mismo que eso pueda sonar como algo inaceptable delante de los hombres. El líder que vive con honor sabe que DIOS sabe lo que debe ser hecho y de su responsabilidad es obedecer.

No necesitamos líderes preocupados en ampliar sus capillas o en cómo andan los ingresos financieros de la iglesia pero que realmente tengan interés predicar el Evangelio del Señor JESUS. No necesitamos de líderes preocupados el decir que tenemos más personas en nuestras iglesias, necesitamos de capitanes que nos enseñen en la Palabra de DIOS. Queremos líderes dispuestos a confiar en DIOS y no en estrategias o políticas humanas, que sepan confiar en DIOS para todo que hagan, capitanes que nos digan a donde caminar, que asuman el riesgo de ser tan solo humanos y no “semi-dioses” distantes del pueblo. Hombres y mujeres que nos lideren y caminen entre nosotros, con conocimiento en especial de la Palabra del SEÑOR y de Su voz. Que no os conduzcan a experiencias eclesiologicas o teológicas más a caminar cada vez con más confianza en las sendas del SEÑOR. No queremos líderes que nos digan al respecto de prosperidad y victorias humanas, necesitamos líderes que nos hablen de cómo somos pecadores y de cómo el maravilloso JESUS nos rescató y nos liberto.

Lideres que sepan el camino del SEÑOR para Su Iglesia y que no caminen como ciegos que creen que ven muy bien. No queremos líderes hipócritas, pero hombres y mujeres sinceros y sumisos a DIOS.

Queremos capitanes del ejército del SEÑOR JESUS CRISTO, nuestro único y suficiente Salvador, el general de ejército que queremos servir.

 

Victor Hugo Ramallo, pastor

Coordinador y idealizador del Proyecto PAI

tallerista voluntário a servicio de la UBB